Ban Ki-moon defiende presencia de Uribe en investigación de ataque israelí

"Habiéndolo conocido desde mi cargo de secretario general como líder de Colombia desde hace tiempo, tengo plena confianza en que su aportación será positiva a este panel", afirmó.

Me ha sorprendido ver en “El Espectador” que el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, defiende la presencia del ex presidente Álvaro Uribe en el comité que investigaría en ataque israelí a la “Flotilla de la Libertad”. Me ha sorprendido también que le haya nombrado, sin miramiento ni justificación, vicepresidente de la misma.

Quiero pensar, primero, si hay alguna característica en Álvaro Uribe Vélez que le permita hacer parte de una misión investigadora y humanitaria. Si bien es posible que esté en capacidades profesionales para ocupar un cargo similar, lo acontecido con el país durante sus años de gobierno le quita todo crédito posible.

Solo por mencionar un ejemplo elemental, es de conocimiento internacional que la situación de los derechos humanos en Colombia desmoraliza. Los crímenes de estado demandados, denunciados y comprobados; junto con la intromisión en la privacidad de periodistas, jueces y senadores perpetrados por el DAS deberían ser suficiente como para descartar de esa misión al ex presidente.

Eso sin mencionar la idoneidad de otras personalidades para trabajar en el cargo.

Pero aparentemente, Ban Ki-moon sólo conoce la faceta diplomática de Uribe. O bueno, eso puedo inferir de su minúscula, limitada y poco prevenida declaración. Sin embargo hace uso de la autonomía de su puesto para integrar al nefasto personaje. Poco se puede hacer al respecto.

En este aspecto esperaba una justificación mayor, porque como colombiano no me genera ni un ápice de orgullo este nombramiento, sobre todo porque un personaje como este no puede pretender salvaguardar los derechos de otros habiendo errado de tal manera en su propia tierra.

Creo que han tomado la decisión equivocada y que defender la elección de Uribe es defender también lo indefendible. Si este proceso reviste seriedad, la presencia de Uribe le puede quitar credibilidad a cualquier avance, u otorgarle crédito y hacer una cortina de humo ante las fechorías cometidas. Hay que estar atentos. La vida activa de ex presidente puede convertirse en algo contraproducente.