A eso de las cinco de la tarde aumenta la posibilidad de vivir un momento mistico.
No es el atardecer coloroso, ni el despertar potente de un taxista que empieza a las siete su jornada nocturna. Tampoco es la salida de las oficinas del centro. Mucho menos el despegar de algun vuelo de Cali a Bogota.
Ni siquiera la sonrisa de la madre que llega con la merienda atrasada.
Parece que eligiera a los que deben vivirlo. Es tan especial y cotidiano que impacta lo suficiente como para cambiar semblantes, pero a la vez es tan sutil y subito que pasa y cae en el olvido.
Es que, a pesar de su sutileza, alivia y molesta o preocupa y alegra.
Casi todos miran por igual...
Y por eso es esquivo.
Parece increible creer que solo mirando a la gente es posible notarlo. Sera mas facil aceptar que nos rodea por calles, avenidas y carreras.
Sera mas facil creer que un solo hombre puede crear un momento asi de bello a diario.
Sera mas facil creer que todo sucede cuando se prende la luz en cada bus o buseta del transporte publico.
Parce muy bueno... yo he tenido he querido vivr ese momento.. se siente bn saber que se puede experimentar....
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