Este refrán, a mi parecer, resume casi todos los problemas de la humanidad en este momento. Las personas juzgan desde su punto de vista, sin considerar que la existencia de los demás ha sido forjada a través de toda una vida de experiencias diversas y únicas también. Se hace fácil creer que la situación es de tal forma sin considerar a la otra persona, y eso es advertido por la tradición a través de este refrán.
Lo bello es que pareciera que ni juzga ni critica. Simplemente expone, fiel a sus principios.
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