Suelo ser bastante fresco a la hora de escribir. Aunque ahora le doy mas vueltas al asunto a tratar, confio mucho en mi primera version y en lo facil que sale para ser modificada; y no me preocupo tanto por lo que sale en el blog pues, aunque es algo asi como mi carta de presentacion, es el espacio de los textos en caliente, el que siempre esta ahi para recibir mis volquetadas de caca...
Pero creo haberme complicado bastante al pretender describir una situacion muy sencilla pero importante, porque narrandola verbalmente me valgo demasiado del lenguaje kinesico... Un reggaetonero diria que yo tambien hablo con las manos.
El camino, en este caso, creo que es ser minuciosamente descriptivo. Asi solo usare mis manos para escribir, en vez de andar buscando como asir una sensacion mientras miro hacia la ventana como un idiota.
Despues de unas navidades algo atropelladas, decidi volver a vacacionar en Cucuta para mitad de anio. No iba a ser tan sencillo pasar tanto tiempo alla, considerando que pocos amigos habian regresado de las ciudades en las que estudiaban y no iba a contar con dinero suficiente como para salir y buscar diversion para adultos.
Paso un tiempo y decidi ocupar mi tiempo en algo constructivo, pues todas las actividades que habia llevado terminaron agobiandome. Al negarme a fungir como vendedor de cualquier cosa, arranque al periodico local a probar suerte. (jajajaja)
Escribi una carta al director, en la que decia que era un joven aspirante a escritor, entusiasta por la vida, estudiante de comunicacion social, entre otras; para mostrarle que tenia ganas de hacer de mis vacaciones algo con un valor superior.
No mucha gente va con esos deseos a las redacciones... De pronto los estudiantes se reparten entre los indiferentes, los farreadores, los que se ocupan en otras vainas, los que admiten su incompetencia, los que no quieren trabajar y los estupidamente osados que con una formacion de cuarto semestre, se regalan a trabajar a un ritmo cotidiano de periodista.
Sobra decir que hago parte del ultimo, no?
El director respondio a mi carta escuetamente, con una cita para el miercoles de la semana siguiente. Pasaron los dias y yo me emocionaba con la idea de entrar a trabajar, o de tener un espacio en ese medio que venia leyendo desde que era todo un infante.
No hubo prisa al ducharme y alistarme para ir a esa reunion. El correo decia que despues de las 3 de la tarde estaria bien, por lo que a eso de la 1:00 PM me apreste para entrar a la ducha y vestirme para arrancar. No me toma mucho tiempo hacer todo este tipo de vainas, asi que en media hora ya estaba despidiendome de la gente de la casa.
Cuarto por cuarto, me despedia de los familiares que estaban en la siesta y ellos me deseaban toda la suerte del caso. Decidi dejar a mi madre para el final, con el objetivo de tomarme un ratico mas en su cuarto. Para ella significaba mucho esto que estaba pasando, aunque no estuviera pasando mucho...
Debi preveer su reaccion a mi pinta relajada y juvenil. Yo iba con un jean algo gastado, zapatos converse azul claro, camiseta negra con un LP que tenia la imagen del che y decia "Revolucion o muerte", mi cabello iba contenido por un caucho negro y llevaba un bolso de dril azul...
Pero para ella eso termino siendo algo adefesico. Citare una aproximacion que hice en aquella ocasion:
"Expuso su desencanto ante mi mentalidad poco prolija y califico pobremente mi pinta.
Dijo muchas cosas que no me gustaron en un tiempo record. Ni siquiera un discurso de Uribe le hubiera ganado. Me miro decepcionada y dijo que mi autosuficiencia me iba a hacer sufrir montones y que yo no perdia nada escuchandole y haciendole caso a ella. Probablemente hubiese seguido si yo no paraba esa retahila.
Le dije que me tocaba hablar, que escuchara e intentara respetarme solo por unos segundos.
- Mama, si las circunstancias fueran diferentes, probablemente te haria caso.
- Cuales circunstancias?
- No me interrumpas. No me voy a cambiar la ropa y quiero que sepas por que. Se que no dices las cosas para mal, pero quiero que me mires bien. Esto soy yo. Pelo largo, ropa limpia, zapatos converse, ducha prudencial y ya. El agarrado de mi pelo no reviste mucho misterio y tampoco es muy elaborado porque no lo deseo asi. Lo mismo con el resto del cuerpo.
No lo voy a hacer porque, aunque reconozco que este mundo sea estetico y todas esas vainas, no hace parte de mi arreglarme para una reunion casual. No quiero verme obligado a que eso se repita una y otra vez. Cualquier remiendo a esa apariencia cotidiana mia, se veria igual de postizo a un par de tetas muy grandes.
Pienso ir yo a esa cita."
Pensaba terminar este texto yo ahora, pero el final que sugiere mi diario (era como un diario, si) me parece interesante.
Abro comillas:
"Le di un beso en la mejilla y volvi a despedirme del resto de la casa. Cuando estaba de salida salida, ella llego a decirme que si necesitaba algo de dinero y le dije que no. Me fui a abrazarla y ella me respondio el abrazo con muchisimo amor.
Ahi arranque con mucha fuerza.
En el camino pense que responder con ira no hubiese sido ni efectivo ni gratificante, aunque fuera mucho mas dificil hallar los argumentos y bajarse del tren de la ira.
Releo esta frase y me dan ganas de patearme en las bolas por lo Walter Riso que suena, pero es cierto que haber soltado la respuesta de manera amena y sustentada fue mejor que gritar fuerte y salir enfadado.
Con rabia no se deja callada a la gente, a no ser que hayan unas cuantas muertes de por medio."
Tal parece que en esa epoca tenia la solucion para mis problemas escritoriles.
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