Tal parece que el panico y la pena que me asaltan en una pista de baile es perfectamente extrapolable a la hora de hablar al respecto, incluso escribiendo, incluso ensayando.
Aproximarse a las cosas que generan incomodidad es extremadamente dificil, sobre todo cuando el camino de la huida, diametralmente opuesto, siempre es seductor, calientito y comodo. Cuando uno reconoce que es mejor en otras cosas, es mas facil abandonar aquellos vacios cerebrales que solo generan inquietudes y decepciones.
Pero uno tiene que esforzarse por romper esos seudoparadigmas. A veces hay que tomar la valiente y la arriesgada, y explorar los caminos inhospitos de la vida social kinesica, apartados debajo del traumatico yugo de la pastoral juvenil escolar, y las verguenzas iniciales en los quinceanhos de las primas, y en los de las pocas amigas que osaron invitarme durante aquella infancia poco agraciada que me vi forzado a vivir. (mucho drama, si o que?)
Cual es el camino apropiado para hacer empalme con aquello que jamas se ha podido hacer bien? Como uno se mete en el cuento de un nuevo lenguaje que es totalmente ajeno a la practica cotidiana? Como carajos uno aprende a bailar?! O, por lo menos, como es que uno se mete en el intento? Todo parece iniciar con la deslumbrada que un amigo se pego cierta noche en un bar.
Segun me alcanzaron a contar, fue una farra entretenida y sabrosona donde mares de caipirinha asaltaron las gargantas de aquellos jovenes emprendedores y alternativos, que anhelaron un plan diferente y parecieron lograrlo. Se suele asociar al Brasil con la sabrosura y la alegria, y esa fue, literalmente, una noite brasileira. Con capoeira, caipirinha reiterada, bossa nova y samba.
No quiero botarle mas mente a este evento porque puede que se me acaben los adjetivos, simplemente quiero decir que el espectaculo de samba que hizo un grupo de baile que ya tiene su tiempito en ello, le volo la cabeza al parcero ya mencionado. Alcanzo a hablar mucho de la chica, y a poner como foto de perfil de facebook una que le habia tomado mientras bailaba.
La expectativa estaba ya puesta, pero no satisfecha pues no se le veia bien el rostro en la imagen. De todas formas, crei que jamas la conoceria, y que jamas me tocaria el mundo de la samba, que me quedaria metido en mi plan relajado de escuchar bossa nova sin involucrar ningun tipo de movimiento.
Hasta ese punto no estaba equivocado. Incluso me reia de las maricadas del parcero deslumbrado y de otro amigo que habia ido, entre los que se secretiaban el nombre de la nena y las posibilidades que tenian de conocerla mejor, en su clase de samba.
Dias despues del secretismo y la emocion, cruce caminos con una amiga y fuimos a comprar la entrada para un concierto anhelado, al que supe que iria ese mismo dia. Charlando en camino al punto de venta, y durante la fila para depositar los ahorros, surgio la idea de asistir a una primera clase de baile gratuita. Clase de que? De samba.
Yo no supe como mi cerebro no hizo sinapsis.
(inevitablemente, di muchas vueltas para hablar de lo que me sucederia; la segunda parte sera mas ilustrativa)
Hola Camilo. Como siempre, sus escritos son apasionados e interesantes.
ResponderEliminarTengo dos comentarios:
1. Todos tenemos nuestras fobias, miedos, inseguridades. Evidentemente cada uno debe aprender a lidiar con ellas, pero la idea clave es hacerles frente. Evadir no sirve sino para acumular carga y estrés. Hay que perder el miedo a hacer el oso, de tal manera que el día que se haga el ridículo la experiencia sea de goce, un verdadero aprendizaje.
2. Desconozco cual es la línea de redacción o escritura que está siguiendo en su intento de construir su propio estilo, pero a mí en lo particular me matan la falta de tildes... (crítica formal de libre admisión)
Saludos.